Como sabemos, la materia está formada por átomos. En estos átomos, hay unas pequeñas partículas llamadas electrones que están en constante movimiento. El movimiento de estos electrones depende de la cantidad de energía que poseen. Esto significa que cada cuerpo tiene una energía potencialmente útil y que algunos tienen más que otros.
Los seres humanos pueden obligar a estos electrones a moverse de un lugar a otro por un camino que puede presentar una cierta oposición o resistencia a su paso. La resistencia eléctrica mide oposición a esta circulación y su unidad de medición es el Ohm (?). Hay ciertos materiales, llamados conductores que transportan esta energía casi sin ofrecer resistencia. Por el contrario, algunos materiales debido a su gran resistencia eléctrica no la pueden transportar de esta manera y ??son llamados aislantes.
Cómo generar energía eléctrica
Cuando tenemos éxito en el transporte de estos electrones de un lugar a otro se dice que hemos generado energía eléctrica. Este proceso usualmente se lleva a cabo a través de campos y fuerzas magnéticas y, una vez generada, se puede utilizar directamente para el trabajo o bien ser almacenada.
En los materiales resistivos, la resistencias eléctricas varían fundamentalmente con la longitud y sección del conductor (por ejemplo, cables más gruesos tienen menos resistencia al flujo de energía eléctrica que los alambres más delgados). No obstante la resistencia de un conductor también varía con la temperatura. Normalmente al aumentar la temperatura aumenta la resistencia y al revés.
Esta propiedad física que poseen las sustancias se puede aprovechar para efectuar medidas muy precisas de la temperatura de cualquier entorno u objeto a través de una sonda.
En nuestra empresa, afincada en la localidad asturiana de Colloto, nos hemos especializado desde hace más de diez años en la fabricación y venta de todo tipo de sondas de temperatura dirigidas a todos los sectores industriales.
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